Liturgia y Contemplación: 2º DOMINGO DEL TO

Publicado por Cipecar

Lecturas: Isaías 49, 3.5-6; Salmo 39, 2-10; 1 Corintios 1,1-3
Evangelio: Juan 1, 29-34

"En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
-«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel. »
Y Juan dio testimonio diciendo:
-«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
"Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios".

v. 29: Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: «He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Al día siguiente. Estamos en la primera semana programática del evangelista Juan. Se repetirá ese al día siguiente en los versículos 35 y 43; en Jn 2,1 se nos dirá tres días después.
Es la primera semana de su actuación… y vamos hacia la semana anterior a la Pascua en Jn 12,1 que dice Seis días antes de la Pascua…
El Cordero de Dios, es decir, el Cordero que Dios escogió como agradable víctima, como el padre de familia escogía el cordero para sacrificar y comer en la pascua judía.
También en Jn 19,36 la muerte de Jesús está relacionada con el cordero que se sacrificaba en la pascua judía.
Quita, con el sentido de toma sobre sí. Según San Pablo Cristo aceptó hacerse Pecado tomando sobre sí todos los pecados del mundo.
El sacrificio de un animal era el modo más típico de borrar los pecados de los oferentes según la mentalidad hebrea.
Pecado, denotando el sentido de universalidad, como la maldad total como ofensiva a Dios y a los hombres.
Mundo es toda la Humanidad. Para los judíos era la humanidad del Pueblo de Dios; en Juan mundo es toda la Humanidad, los seis y tantos cientos de millones de seres humanos.
vv. 30-31: Este es por quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel.

… se ha puesto delante de mí. Juan el Bautista fue un gran profeta, según Jesús el mayor que haya existido. Tenía seguidores; algunos de ellos se hicieron seguidores de Jesús de Nazaret.
Aquí muestra su grandiosidad cuando reconoce que Jesús le adelante y que él ha venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel.
El tinte cristiano creyente de este texto aparece en esa frase puesta en boca de Juan: él existía antes que yo. Es una manera bien gráfica en el N. T. para proclamar la existencia desde toda la eternidad de la Palabra hecha carne.
vv. 32-34: Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él. Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: "Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo." Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios.»

· Juan dio testimonio. Para los primeros cristianos, que tuvieron algunos roces con los discípulos de Juan, era muy importante exhibir el testimonio de Juan que tiene estos apartados:

El Espíritu que bajaba como una paloma que aterriza revoloteando cual el espíritu de Yahvé sobre el caos primitivo en Génesis.

Se quedaba sobre él. El espíritu del Señor descendía sobre los carismáticos jefes de guerra (Jueces) mientras guerreaban por el pueblo, luego volvían a ser ciudadanos rasos como los demás; del Mesías se decía que el Espíritu se quedaría en él definitivamente.

El que me envió a bautizar con agua me dijo. El testimonio de Juan se basa en la Palabra de Dios que le informó; su testimonio tiene un refrendo divino.

Ése es el que bautiza con Espíritu Santo. Juan tenía conciencia que bautizaba con y en agua; el Mesías bautizará con y en el Espíritu Santo.

Éste es el Elegido de Dios, su Hijo predilecto.

Señor Jesús, nos encanta ver que tuviste un pariente tan famoso como humilde y verdadero. No se aferró a su fama, sino que te dio paso para que lo adelantaras y te proclamó el Mesías sobre el que descendió el Espíritu, y fuiste el Elegido del Padre que bautizabas con el Espíritu Santo. Como hermanos pequeños tuyos gozamos al verte enaltecido por este gran Profeta.