NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

miércoles, 2 de marzo de 2011

PARÁBOLA DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA CASA


Por José Antonio Pagola
IX Domingo del T.O. (Mt 7, 21-27) - Ciclo A

LA ENSEÑANZA DE LA PARABOLA EN MATEO

Para descubrir esta enseñanza, vamos a ver en qué contexto la ha colocado.

1ª.- La ha situado al final del discurso maravilloso de la montaña; y sabemos la importancia que el Evangelio de Mateo da a este Sermón. Mateo ha elaborado su Evangelio en torno a cinco grandes discursos, y como primero, el más importante sin duda alguna, es el famoso discurso evangélico que comprende los capítulos. 5, 6 y 7. Por el contexto vemos que esta parábola no es una cualquiera, sino una parábola realmente importante para él.

2ª.- Más concretamente la ha situado detrás de un conjunto de frases de Jesús, (vers. 21-23), en las que habla de algo que es de suma importancia a lo largo de todo su Evangelio. Las ideas contenidas en esas frases, nos van a servir para entender mejor la enseñanza que Mateo quiere sacar de la parábola.

a)- "No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial". (7,21). La frase es clara; una confesión cristiana puramente externa, sin un cumplimiento práctico de la voluntad de Dios, del Padre, no conduce al Reino.

b)- Más aún, ni siquiera la actividad profética, ni la actuación carismática, por ejemplo realizar milagros en nombre de Jesús, nada de eso conduce al Reino sin un cumplimiento práctico. "Muchos me dirán aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre (echamos) expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos milagros? Y entonces les declararé: Jamás os conocí, apartaos de mi, agentes de iniquidad". (Mt. 7, 22-23).

Mateo no parece que piensa aquí en los falsos profetas de los cuales habla el vers. 15, sino que se refiere a los que profetizan en la comunidad cristiana en nombre de Cristo. "No profetizamos en tu nombre?". Son verdaderos profetas, hablan en nombre de Jesús, pero tienen que saber una cosa: que ni siquiera el hablar en nombre de Jesús dentro de la comunidad cristiana, conduce al Reino de Dios. Lo importante, lo único que tiene valor para entrar en el Reino de Dios y para ser reconocidos por Jesús, es haber sido cumplidor práctico de la voluntad del Padre. Tolo lo demás es construir sobre arena, una insensatez, por mucho que se cree hacer o se está haciendo.


¿QUE APLICACIONES PUEDE TENER LA PARÁBOLA HOY?

Esta parábola, en su enseñanza más original, nos descubre lo siguiente: La fe cristiana no consiste en una mera aceptación intelectual de una doctrina; por el contrario, es una adhesión práctica al mensaje de Cristo. Es pues, una crítica de un cristianismo convertido en pura teoría, en pura doctrina impracticada. Un cristianismo reducido a pura ortodoxia, a teología teórica, a palabras hermosas, sin un seguimiento práctico del mensaje, está llamado a una catástrofe definitiva.

Concretando más: la parábola puede ser una crítica y un grito de alerta ante el riesgo, que existe, también hoy, como siempre, de volver a convertir la fe cristiana en palabras, en reflexiones, en discusiones, en cursillos, en libros, etc. sin repercusión práctica en nuestras vidas. Por consiguiente es de actualidad en estos momentos en que se multiplica la literatura cristiana: nunca se ha escrito tanto, ni se ha hablado tanto; nunca ha habido tantas charlas, cursos, cursillos, etc. Pero lo verdaderamente decisivo en estos momentos, lo único positivo, sensato y constructivo, según la parábola, es vivir prácticamente el mensaje cristiano; todo lo demás es insensatez.

En la enseñanza de Mateo, la parábola nos descubre más concretamente, que la verdadera fe cristiana no se identifica con una profesión externa; sino que la verdadera fe es poner en práctica el Evangelio. En la línea de Mateo, la parábola es una crítica de todo lo que pueda quedar en pura profesión externa, vacía, sin repercusión práctica; por ej.: manifestaciones litúrgicas, celebraciones solemnes, procesiones, consagraciones de las naciones, utilizaciones de la Virgen para cualquier cosa... Si todo esto no va acompañado de un cumplimiento práctico del Evangelio, es una vez más, construir sobre arena.

En la misma línea de Mateo, la parábola es una advertencia a los miembros de la comunidad cristiana, que se atribuyen una vocación profética o carismática, a quienes no acompaña una vida práctica evangélica. Es una advertencia bien clara, para todo el que crea profetizar o cumplir una misión carismática en nombre de Cristo. La predicación profética hoy, el magisterio, la actuación jerárquica, los éxitos apostólicos, cualquier actividad, creerse grupo profético, creer tener razón, etc., lo mismo hoy que en tiempos de la comunidad de Mateo, si no van acompañados de una vida evangélica, son una insensatez que quedará al descubierto un día. La parábola nos recuerda a todos: grupos carismáticos, jerarquía, grupos de diferentes tendencias, que hoy, la única manera de construir sólidamente la vida, el futuro, está en vivir prácticamente el mensaje de Cristo.

Con el sentido cristológico de la parábola en Lucas, ésta es una invitación a construir nuestra vida fundamentándola en Cristo. No hay que construir en la superficie, sobre tierra; hay que trabajar, hay que ahondar hasta llegar al verdadero cimiento que para Lucas es Cristo. Es una advertencia para no vivir la vida superficialmente, una vida apoyada en la tierra, en el dinero, en el éxito, en el bienestar, en la comodidad, en la tranquilidad. Normalmente vamos realizando así la vida; la apoyamos en una cosa o en otra; en una persona o en otra; en un acontecimiento o en otro; no llegamos a ahondar, a profundizar hasta dar con la verdadera ROCA.

Esta línea de Lucas nos la recordará S. Pablo: Mire cada cual cómo construye, pues nadie puede poner otro cimiento que el que ya ha sido puesto: Cristo. (1Cor.3,10-11) Debemos mirar en qué estamos apoyando nuestra vida; normalmente no la apoyamos en una sola cosa, sino en varias, en distintas personas, etc.; pero que, en último término, no son verdadera roca.

Y, Juan nos dice esta frase de Jesús: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (14,6). Ser cristiano es, en definitiva, aceptar a Cristo como camino; como única salida que tiene la vida; aceptar a Cristo como verdad, es decir, como el único que nos puede dar una orientación autentica; y aceptarlo como vida, como el único que nos puede descubrir cuál es la verdadera vida.

La parábola acentúa, por fin, el valor absoluto que tiene que tener el mensaje evangélico para un creyente, frente a otras doctrinas, ideologías o mensajes. Para el cristiano, la manera de construir eficazmente la existencia, el mundo, la sociedad humana y la propia vida personal, será siempre mediante el cumplimiento práctico del mensaje cristiano, porque cree que sólo las palabras de Cristo son espíritu y vida. (Jn. 6,63).

Construir la vida sobre el mensaje de Cristo, quiere decir por lo menos tres cosas para un cristiano:

a)- Que no acepta ninguna ideología, ninguna doctrina en la que se observe contradicción u oposición al mensaje de Cristo.

b)- No acepta ninguna solución al problema de la vida, a ningún planteamiento, a ningún problema personal o social, en cuanto sea contraria a la solución cristiana.

c)- No acepta ningún programa, ni método de acción que, en último término, no sea coherente, no sea consecuente con el mensaje de Cristo.

No hay comentarios: