NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

martes, 19 de abril de 2011

ORACIONES para la EUCARISTÍA: UNA COMIDA DE HERMANDAD


Publiado por Fe Adulta
Jueves Santo (Ciclo A)
ANÁFORA

A ti, Dios y Señor nuestro, dirigimos esta plegaria
para bendecir tu nombre y darte gracias
porque estás siempre con nosotros y nos das la vida que disfrutamos.
Queremos proclamar tu bondad ante el mundo,
para que todos sepan que por encima de tu poder y tu grandeza
está tu amor infinito, incondicional, de Padre y Madre.
Gracias, Dios santo, porque no tenemos por qué temerte
y sólo nos das motivos para quererte.
Uniendo nuestras voces a las de todo el género humano,
entonamos con alegría este himno en tu honor.

Santo, santo…

Te damos las gracias, Padre santo, de modo muy especial,
por habernos dado como hermano y amigo a Jesús de Nazaret,
que nos ha servido de guía para llegar a ti y conocerte mejor.
Sabemos, Señor, que esto no es propiamente un altar
desde el que estuviéramos ofreciéndote el sacrificio de algún cordero.
Ha sido Jesús, tu hijo, quien nos ha congregado alrededor de esta mesa
para que celebremos una comida de hermandad
y recordemos así toda su vida consagrada al bien de la humanidad.
Vivir conscientemente esta eucaristía nos compromete,
porque ahora nos toca imitar a Jesús
y poner al servicio de los demás todo lo que somos.
Pero es lo que queremos: ser fermentos de buena voluntad y buen hacer
para que todos los seres humanos nos sintamos amigos y hermanos.
Tratamos ahora de reproducir los gestos y palabras de Jesús,
cuando en su cena de despedida, rodeado de sus íntimos,
partió y repartió un pan y bebieron todos ellos de una copa de vino.

Jesús, la noche en que iban a entregarlo, cogió un pan,
dio gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros;
haced lo mismo en memoria mía».

Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:
«Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre;
cada vez que bebáis, haced lo mismo en memoria mía».

Te agradecemos, Dios santo, la presencia de Jesús en medio de nosotros.
Eso creemos, porque es sencillamente lo que nos prometió tu hijo
siempre que estuviéramos como ahora reunidos en su nombre.

Dios invisible, pero presente en la inmensa creación y en nuestro interior,
derrama tu espíritu de amor sobre todos nosotros
para que seamos amigos de la verdad y la verdad nos haga libres,
para que tengamos entrañas de misericordia
y nos duelan las desgracias que sufren tantos hermanos,
para que siempre estemos disponibles para ayudar a los demás,
para que seamos entusiastas constructores de tu Reino.
Queremos hacer una gran iglesia, una comunidad universal,
donde tenga cabida toda la gente de buena voluntad y buen corazón.
Ensancha nuestras miras,
que aprendamos de ti a entender y a querer a propios y extraños.
Y todos juntos, como testimonio de la gran familia que formamos en ti,
invocamos tu nombre y brindamos en tu honor,
con este pan y este vino, como en un banquete,
por Jesús y con Jesús, tu hijo, hermano, guía y maestro nuestro.
AMÉN.


Rafael Calvo Beca
-----------------------


SALUDO

Hoy nuestra eucaristía es más entrañable,
más emocionante que ningún domingo.
Alrededor de la mesa, sintiendo la presencia de Jesús en el pan, en el vino,
invitados a celebrarlo siempre como Él quiso,
preparamos nuestro espíritu
y nos sentimos agradecidos al Padre que nos invita a esta Cena del Señor.


PRINCIPIO

Gracias, Padre, porque nos invitas.
Haz que surjan en nosotros los mismos sentimientos que tuvo Jesús
al celebrar esta Cena de Despedida.
Por el mismo Jesús, tu hijo, nuestro Señor.

OFRENDA

Nuestro pan y nuestro vino, como el pan y el vino de Jesús,
los ponemos en tu mesa para mostrar que así queremos que sea nuestra vida:
pan y vino para la vida de otros.
Por Jesús, tu hijo, nuestro Señor.


DESPEDIDA

Gracias, Padre, por la eucaristía.
Gracias por Jesús que la inventó y nos encargó celebrarle en su recuerdo.
Gracias por el pan, por el vino, porque das sentido a nuestra vida.
Por Jesús, tu hijo, nuestro Señor.


José Enrique Galarreta

No hay comentarios: