NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

sábado, 2 de julio de 2011

XIV Domingo del T.O. (Mt 11,25-30) - Ciclo A: TODOS NUESTROS CANSANCIOS SE HARÁN LLEVADEROS



1.- A pesar de que Jesús se presente como manso y humilde de corazón este párrafo del evangelio es una enérgica repulsa contra los escribas y los fariseos, los sabios y los entendidos, los interpretes de la Escritura, los que habían hecho de la religión una carga insoportable, como dice San Pedro, con los más de 700 preceptos. Ese yugo y esa carga, que los escribas y fariseos imponían al pueblo y ellos no tocaban ni con el dedo

Jesús fue un revolucionario religioso a los ojos de las jerarquías de su tiempo:

--un hombre ni siquiera plenamente judío porque era galileo.

--salido de un pueblo desconocido de las montañas, Nazaret.

--sin instrucción religiosa, no fue discípulo de ningún rabí.

--y que se permitía criticar a la religión institucionalizada.

--que llama a las jerarquías hipócritas.

--y que acaba contraponiendo su yugo, sus preceptos a los preceptos rabínicos: “mi yugo es suave y mi carga ligera”.

No es extraño que fuera perseguido y odiado por los jefes religiosos de su tiempo y que al fin dieran con él en la cruz.

2.- Los hombres somos tan pequeños, y al mismo tiempo nos las damos de tan sabios y entendidos… que no entendemos a Dios. La Primera Lectura nos habla de un Mesías montado humildemente en un asno, dominando el mundo con la justicia y la modestia. Y ya los judíos se habían hecho un Mesías Señor de los Ejércitos que vendría a hacer a Israel un pueblo libre y fuerte.

Y desde luego todos nosotros hubiéramos hecho nacer a Jesús en Roma, hijo del Emperador, general en jefe de las legiones romanas, para predicar la doctrina de Dios desde arriba. Y es que también somos nosotros los “sabios y entendidos” del mundo. Cuántas veces han sido, a lo largo de los siglos, los tambores los que han anunciado el evangelio a los paganos y a los infieles.

Y Jesús nos dice bien claro, que a la sencillez de un Dios montando en un asnillo, (como entró Jesús en Jerusalén) tiene que corresponder a la misma sencillez de corazón de sus discípulos… Y Él se manifiesta y les revela a su Padre a los que son sencillos como Él.

Nosotros confundimos conocimientos con fe y es un error craso. No el que tiene más conocimientos tiene mas fe. Fe es una experiencia de Dios y esa la da Dios. San Ignacio dice en sus Ejercicios “no el mucho saber hasta y satisface el alma, sino sentir internamente de las cosas de Dios. Y esa experiencia de Dios es la revelación que Jesús promete dar a los sencillos de corazón. La petulancia, la autosuficiencia, el racionalismo son los enemigos de la experiencia de Dios.

3.- Si llegamos a tener esa experiencia interna del Señor todos nuestros cansancios se nos harán llevaderos. De cansancios sí entendemos. Cuantas veces desearíamos hacernos una bola en algún sitio escondido donde acunar nuestros cansancios, donde nos dejasen en paz.

Y sin embargo Jesús nos da otra solución paradójica y que, además de cansados y agobiados encima tomemos su yugo y le sigamos. Por muy ligero que sea al fin es yugo y pesa. Es su yugo, que se lleva entre dos, por eso es suave y ligero, porque lo lleva Él con nosotros. A nosotros no se nos ocurre más que Dios nos quite de encima lo que nos pesa y Dios ordinariamente no nos quita el peso sino que nos lo hace llevadero y nos da fuerzas para llevarlo.

Iba uno caminando por la playa llevando el peso de sus cansancios, y volvió la mirada atrás y no vio más que un par de huellas de pisadas, y encarándose con el Señor le dijo:

--Señor me prometiste caminar conmigo cuando estoy cansado, pero me has abandonado, no se ven en la arena más pisadas que las mías.

Y el Señor le respondió:

--No hijo, esas pisadas son las mías, que te llevo en brazos.

No hay comentarios: