“Claves para Lectio Divina para jóvenes”Proyecto Lectionautas
CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS
Hno. Ricardo Grzona, frp
Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida.
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6)
TEXTO BÍBLICO Juan 3. 16-18
16 »Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla. 18 »El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios.
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Hola Lectionautas:
La Iglesia celebra hoy una fiesta muy particular: La Santísima Trinidad. La gran pregunta que primero nos aflora a los cristianos, siempre ha sido: ¿Cuál es el mensaje central de Jesús? Mucha gente tiene muchas opiniones al respecto, pero es bueno dejar aclarado algo que es central en el mensaje de Jesús.
Jesús nos vino a enseñar que Dios en su misterio más íntimo no es una soledad, sino una comunidad. Siendo un solo y único Dios, se manifiesta en tres personas distintas. Esto no significa que hay tres dioses sino un solo Dios Verdadero.
En verdad, en esta centralidad se manifiesta nuestra fe. Las demás cosas que nos enseñó Jesús están subordinadas a entender el misterio trinitario. Y también a entender las “misiones” que cada una de las personas divinas tiene. Al Padre le atribuimos la creación, la Hijo la Redención y al Espíritu Santo la santificación y la vida de la Iglesia.
Sería también muy importante encuadrar estos pocos versículos en todo el capítulo 3 de San Juan, en su diálogo con Nicodemo y la exposición del misterio de la redención. Por eso te invitamos también a que leas desde el versículo primero hasta llegar a este pasaje, para entender más comprensivamente el texto en su contexto.
Por primera vez aparece el término “vida eterna”, que es la expresión central y que designa el don divino otorgado a la humanidad. Jesús vino para que “todo el que crea en Él, no muera, sino que tenga vida eterna”. O sea, que también nos está hablando del creer en Él. No se trata simplemente de un creer pasivo, o de un creer sólo en Dios. Sino en CREER: QUE DIOS, EL PADRE, HA ENTREGADO A SU HIJO ÚNICO PARA LA SALVACIÓN DE TODOS. Entonces hablamos de un creer activo,
un creer que se pasa de algo interno a algo externo…
La fe, según nos dice la carta del Apóstol Santiago, se debe manifestar externamente con acciones concretas: “así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta” (Santiago 2,17; Traducción Dios Habla Hoy de Estudio, Biblia de Oración, con el método de Lectio Divina).
Por lo tanto, la fe será un medio para alcanzar esta vida eterna.
Este discurso de Jesús, nos abre a una nueva dimensión que es el amor de Dios, fuente principal del envío de su único Hijo. Este es uno de los momentos centrales de todo el Evangelio. El amor de Dios por la humanidad y el deseo que Él tiene de salvarla. El sujeto de este versículo 16 es Dios mismo. Él emprende esta acción, Él es el origen de todo y el misterio creador llega a su punto culminante también con el envío de Jesús para la redención.
El verbo “amó” indica su esencia más profunda: “Dios es amor”. Amar es la totalidad del ser divino. Su manifestación de verbo y sustantivo. Su pensamiento, su corazón y su acción son claras y decididas. No hay diferencias entre estos. Por lo que convierte a la unicidad de Dios en que, entre palabras y obras hay igualdad. “Dios es amor” (1 Juan, 4,8.)
Ahora bien, el objeto y beneficiario de este amor que es la esencia y sustancia divina, es la humanidad entera. En esto, cambia radicalmente la idea que Dios es un ser lejano y extraño al mundo.
El efecto de este amor tan grande que Dios tiene por todos los seres humanos, es el don inefable de su Hijo Único Jesús, el Cristo, que encarnado en el seno de la Virgen María, se entrega por nosotros en el holocausto de la cruz. La finalidad de este envío, entonces es que todos los seres humanos que lleguen a creer en que Jesús es el Señor (Cristo) y aceptarlo como Hijo de Dios y Salvador, y viviendo de tal forma que su fe sea transformadora de su vida, obtengan la salvación. Aquí hay dos verbos: no muera, sino que tenga vida eterna. Este es el gran don de la salvación, ESTA ES LA NOTICIA ESPERADA POR TODA LA HUMANIDAD, que la muerte ya no tiene poder sobre nosotros, porque Jesús nos ha liberado de la muerte eterna y nos ofrece la vida eterna.
Este texto tan breve pero tan sustancioso termina diciendo:
“Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.”
Jesús aquí parece reiterativo, sin embargo es para afirmar su envío salvador. Aunque también aclara que hay muchos que si no creen en Él, se condenarán.
¿Qué es la condenación entonces? Si el Hijo de Dios no fue enviado para condenar sino para salvar, ¿porqué alguien puede condenarse? Y la respuesta es clara: El que cree no es juzgado pero el que no cree que Jesús es el Hijo Único de Dios que vino a Salvar, ya está condenado. LA FE QUE SALVA CONSISTE EN ACOGER AL HIJO DE DIOS. Y esta recepción en nuestra vida, consiste claramente en algo activo, algo que se vea, que se
manifieste.
El discipulado nos lleva a la misión.
Para ilustrarnos, leamos el número 202 del Catecismo de la Iglesia Católica al respecto:
202 Jesús mismo confirma que Dios es "el único Señor" y que es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12,29-30). Deja al mismo tiempo entender que él mismo es "el Señor" (cf. Mc 12,35- 37). Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana. Esto no es contrario a la fe en el Dios Único. Creer en el Espíritu Santo, "que es Señor y dador de vida", no introduce ninguna división en el Dios único:
Creemos firmemente y afirmamos sin ambages que hay un solo verdadero Dios, inmenso e inmutable, incomprensible, todopoderoso e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres Personas, pero una Esencia, una Substancia o Naturaleza absolutamente simple (Cc. de Letrán IV: DS 800).
Poner esto amarillo en el cuadro siguiente:
Para tener presente:
Otros textos bíblicos para confrontar: Deuteronomio 6, 4; 1Juan 4, 9-16
Para proseguir la profundización de estos temas se puede mirar en La Biblia de Estudio. Dios habla hoy, la voz DIOS
Preguntas para la lectura
•¿Quién ama tanto a los seres humanos?
•¿Qué hace Dios para demostrar su amor?
•¿Qué sucede con los que creen que Jesús es el Hijo de
Dios Salvador?
•¿Quiere Dios condenar a las personas de este mundo?
•¿Qué sucede con los que no creen en Jesús?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
•¿Entiendo que Dios me ama personalmente hasta entregar a su único Hijo para salvarme?
•¿Soy capaz de darme cuenta que la iniciativa la toma el Señor?
•¿Qué implicaciones en mi vida tiene darse cuenta que Dios me ama?
•¿Reconozco a Jesús como mi Señor y Salvador?
•¿Lo reconozco como el único enviado del Padre para redimirme?
•¿Reconozco también la acción del Espíritu Santo en mi propia vida?
•¿Cuáles son las implicaciones verdaderas de creer y hacer creíble a los demás mi fe?
•¿Mi fe está viva? ¿Cómo lo demuestro?
•¿Mi fe es sólo intelectual? ¿qué puedo hacer para mejorar en mi propia fe?
•¿Entiendo que mi fe en es en un Único Dios Verdadero, en tres personas?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
La oración es la respuesta que le damos a Dios que se nos manifiesta primero.
Señor Gracias porque tomaste Tú la iniciativa de amarme primero. Tú eres un Dios que se identifica con el amor. Y la insistencia tuya es que te entendamos desde la perspectiva del amor. Tú te identificas con el amor, tú eres amor. Amor que se personifica. Amor que se hace hombre en tu Hijo Único Jesús, nuestro Señor. Amor que te une con el Padre y ya es otra persona. El Espíritu Santo.
Trinidad Santa, único Dios verdadero. Te reconocemos, te adoramos y te glorificamos. Te pedimos Señor que aumentes nuestra fe. Que hagas que nuestra fe no sea inoperante, sino una fe activa, donde todos los que nos vean también puedan creer en ti. Que nuestras obras sean movidas por nuestra fe en Ti. Que todo lo que hagamos sea siempre pensando en alabar a tu Divina y Santa Trinidad.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
Interiorizar el mensaje es no quedarse sólo con el conocimiento, la información. Es ir más allá, es buscar que este texto sea un trampolín para llevarnos al encuentro con Dios. Que como estamos preparándonos a la celebración siendo UNO SOLO, es Trinitario en personas.
Podemos tomar alguna idea principal y decirle al Señor lo que va ocurriendo en nuestro interior y dejar que Él vaya entrando lentamente, cada vez más. Podemos repetir varias veces:
•Creo Jesús que tú eres el único Hijo de Dios
•Creo que tú me tienes reservada la vida eterna
•Estoy destinado por creer en ti a la vida eterna
•Dame la fuerza de creer más en ti y de demostrarlo con mis obras
5 - ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
•Hacer una lista de las veces que he sentido que sólo yo puedo arreglarme sin el Señor. Luego poner esa lista en la oración y pedirle perdón por la falta de fe.
•Realizar alguna acción concreta con alguien para demostrarle que soy capaz de hacer cosas valientes y grandes por mi fe.
•Hablar con algún amigo, compañero, vecino sobre tu fe en Jesús, el Señor.
Propuestas comunitarias
•Conversa con tu grupo sobre todas las veces que sentimos que no es necesario creer en Dios para realizar tales o cuales cosas. Y proponerse claramente un proceso de cambio.
•Realizar alguna obra de misericordia, como visitar en grupo a los enfermos de la comunidad, o atender a los más débiles y que sea esto para demostrar nuestra fe en Dios uno y trino.
16 »Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla. 18 »El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios.
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Hola Lectionautas:
La Iglesia celebra hoy una fiesta muy particular: La Santísima Trinidad. La gran pregunta que primero nos aflora a los cristianos, siempre ha sido: ¿Cuál es el mensaje central de Jesús? Mucha gente tiene muchas opiniones al respecto, pero es bueno dejar aclarado algo que es central en el mensaje de Jesús.
Jesús nos vino a enseñar que Dios en su misterio más íntimo no es una soledad, sino una comunidad. Siendo un solo y único Dios, se manifiesta en tres personas distintas. Esto no significa que hay tres dioses sino un solo Dios Verdadero.
En verdad, en esta centralidad se manifiesta nuestra fe. Las demás cosas que nos enseñó Jesús están subordinadas a entender el misterio trinitario. Y también a entender las “misiones” que cada una de las personas divinas tiene. Al Padre le atribuimos la creación, la Hijo la Redención y al Espíritu Santo la santificación y la vida de la Iglesia.
Sería también muy importante encuadrar estos pocos versículos en todo el capítulo 3 de San Juan, en su diálogo con Nicodemo y la exposición del misterio de la redención. Por eso te invitamos también a que leas desde el versículo primero hasta llegar a este pasaje, para entender más comprensivamente el texto en su contexto.
Por primera vez aparece el término “vida eterna”, que es la expresión central y que designa el don divino otorgado a la humanidad. Jesús vino para que “todo el que crea en Él, no muera, sino que tenga vida eterna”. O sea, que también nos está hablando del creer en Él. No se trata simplemente de un creer pasivo, o de un creer sólo en Dios. Sino en CREER: QUE DIOS, EL PADRE, HA ENTREGADO A SU HIJO ÚNICO PARA LA SALVACIÓN DE TODOS. Entonces hablamos de un creer activo,
un creer que se pasa de algo interno a algo externo…
La fe, según nos dice la carta del Apóstol Santiago, se debe manifestar externamente con acciones concretas: “así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta” (Santiago 2,17; Traducción Dios Habla Hoy de Estudio, Biblia de Oración, con el método de Lectio Divina).
Por lo tanto, la fe será un medio para alcanzar esta vida eterna.
Este discurso de Jesús, nos abre a una nueva dimensión que es el amor de Dios, fuente principal del envío de su único Hijo. Este es uno de los momentos centrales de todo el Evangelio. El amor de Dios por la humanidad y el deseo que Él tiene de salvarla. El sujeto de este versículo 16 es Dios mismo. Él emprende esta acción, Él es el origen de todo y el misterio creador llega a su punto culminante también con el envío de Jesús para la redención.
El verbo “amó” indica su esencia más profunda: “Dios es amor”. Amar es la totalidad del ser divino. Su manifestación de verbo y sustantivo. Su pensamiento, su corazón y su acción son claras y decididas. No hay diferencias entre estos. Por lo que convierte a la unicidad de Dios en que, entre palabras y obras hay igualdad. “Dios es amor” (1 Juan, 4,8.)
Ahora bien, el objeto y beneficiario de este amor que es la esencia y sustancia divina, es la humanidad entera. En esto, cambia radicalmente la idea que Dios es un ser lejano y extraño al mundo.
El efecto de este amor tan grande que Dios tiene por todos los seres humanos, es el don inefable de su Hijo Único Jesús, el Cristo, que encarnado en el seno de la Virgen María, se entrega por nosotros en el holocausto de la cruz. La finalidad de este envío, entonces es que todos los seres humanos que lleguen a creer en que Jesús es el Señor (Cristo) y aceptarlo como Hijo de Dios y Salvador, y viviendo de tal forma que su fe sea transformadora de su vida, obtengan la salvación. Aquí hay dos verbos: no muera, sino que tenga vida eterna. Este es el gran don de la salvación, ESTA ES LA NOTICIA ESPERADA POR TODA LA HUMANIDAD, que la muerte ya no tiene poder sobre nosotros, porque Jesús nos ha liberado de la muerte eterna y nos ofrece la vida eterna.
Este texto tan breve pero tan sustancioso termina diciendo:
“Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.”
Jesús aquí parece reiterativo, sin embargo es para afirmar su envío salvador. Aunque también aclara que hay muchos que si no creen en Él, se condenarán.
¿Qué es la condenación entonces? Si el Hijo de Dios no fue enviado para condenar sino para salvar, ¿porqué alguien puede condenarse? Y la respuesta es clara: El que cree no es juzgado pero el que no cree que Jesús es el Hijo Único de Dios que vino a Salvar, ya está condenado. LA FE QUE SALVA CONSISTE EN ACOGER AL HIJO DE DIOS. Y esta recepción en nuestra vida, consiste claramente en algo activo, algo que se vea, que se
manifieste.
El discipulado nos lleva a la misión.
Para ilustrarnos, leamos el número 202 del Catecismo de la Iglesia Católica al respecto:
202 Jesús mismo confirma que Dios es "el único Señor" y que es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12,29-30). Deja al mismo tiempo entender que él mismo es "el Señor" (cf. Mc 12,35- 37). Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana. Esto no es contrario a la fe en el Dios Único. Creer en el Espíritu Santo, "que es Señor y dador de vida", no introduce ninguna división en el Dios único:
Creemos firmemente y afirmamos sin ambages que hay un solo verdadero Dios, inmenso e inmutable, incomprensible, todopoderoso e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres Personas, pero una Esencia, una Substancia o Naturaleza absolutamente simple (Cc. de Letrán IV: DS 800).
Poner esto amarillo en el cuadro siguiente:
Para tener presente:
Otros textos bíblicos para confrontar: Deuteronomio 6, 4; 1Juan 4, 9-16
Para proseguir la profundización de estos temas se puede mirar en La Biblia de Estudio. Dios habla hoy, la voz DIOS
Preguntas para la lectura
•¿Quién ama tanto a los seres humanos?
•¿Qué hace Dios para demostrar su amor?
•¿Qué sucede con los que creen que Jesús es el Hijo de
Dios Salvador?
•¿Quiere Dios condenar a las personas de este mundo?
•¿Qué sucede con los que no creen en Jesús?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
•¿Entiendo que Dios me ama personalmente hasta entregar a su único Hijo para salvarme?
•¿Soy capaz de darme cuenta que la iniciativa la toma el Señor?
•¿Qué implicaciones en mi vida tiene darse cuenta que Dios me ama?
•¿Reconozco a Jesús como mi Señor y Salvador?
•¿Lo reconozco como el único enviado del Padre para redimirme?
•¿Reconozco también la acción del Espíritu Santo en mi propia vida?
•¿Cuáles son las implicaciones verdaderas de creer y hacer creíble a los demás mi fe?
•¿Mi fe está viva? ¿Cómo lo demuestro?
•¿Mi fe es sólo intelectual? ¿qué puedo hacer para mejorar en mi propia fe?
•¿Entiendo que mi fe en es en un Único Dios Verdadero, en tres personas?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
La oración es la respuesta que le damos a Dios que se nos manifiesta primero.
Señor Gracias porque tomaste Tú la iniciativa de amarme primero. Tú eres un Dios que se identifica con el amor. Y la insistencia tuya es que te entendamos desde la perspectiva del amor. Tú te identificas con el amor, tú eres amor. Amor que se personifica. Amor que se hace hombre en tu Hijo Único Jesús, nuestro Señor. Amor que te une con el Padre y ya es otra persona. El Espíritu Santo.
Trinidad Santa, único Dios verdadero. Te reconocemos, te adoramos y te glorificamos. Te pedimos Señor que aumentes nuestra fe. Que hagas que nuestra fe no sea inoperante, sino una fe activa, donde todos los que nos vean también puedan creer en ti. Que nuestras obras sean movidas por nuestra fe en Ti. Que todo lo que hagamos sea siempre pensando en alabar a tu Divina y Santa Trinidad.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
Interiorizar el mensaje es no quedarse sólo con el conocimiento, la información. Es ir más allá, es buscar que este texto sea un trampolín para llevarnos al encuentro con Dios. Que como estamos preparándonos a la celebración siendo UNO SOLO, es Trinitario en personas.
Podemos tomar alguna idea principal y decirle al Señor lo que va ocurriendo en nuestro interior y dejar que Él vaya entrando lentamente, cada vez más. Podemos repetir varias veces:
•Creo Jesús que tú eres el único Hijo de Dios
•Creo que tú me tienes reservada la vida eterna
•Estoy destinado por creer en ti a la vida eterna
•Dame la fuerza de creer más en ti y de demostrarlo con mis obras
5 - ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
•Hacer una lista de las veces que he sentido que sólo yo puedo arreglarme sin el Señor. Luego poner esa lista en la oración y pedirle perdón por la falta de fe.
•Realizar alguna acción concreta con alguien para demostrarle que soy capaz de hacer cosas valientes y grandes por mi fe.
•Hablar con algún amigo, compañero, vecino sobre tu fe en Jesús, el Señor.
Propuestas comunitarias
•Conversa con tu grupo sobre todas las veces que sentimos que no es necesario creer en Dios para realizar tales o cuales cosas. Y proponerse claramente un proceso de cambio.
•Realizar alguna obra de misericordia, como visitar en grupo a los enfermos de la comunidad, o atender a los más débiles y que sea esto para demostrar nuestra fe en Dios uno y trino.
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