François Houtart, sacerdote, licenciado en filosofía, teología, ciencias políticas y sociales, doctor en Sociología, codirector del Forum Mondial des Alternatives junto con el economista Samir Amin y profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina es uno de los principales referentes del Foro Social Mundial (FSM) de cuyo Consejo Internacional forma parte desde su fundación. Es uno de los miembros del Consejo que goza de una aceptación mas generalizada.
A él nos dirigimos en la Asamblea de Asambleas con que concluyó el FSM de Belém para pedirle un breve balance del mismo y algunas perspectivas de futuro. Estas fueron en síntesis sus comentarios con alguna observación añadida por nuestra parte.
Aspectos positivos a resaltar del FSM de Belém
Avance en la maduración de un pensamiento y de un análisis colectivo. Avance, por tanto, en la construcción de una conciencia colectiva. Hay un proceso, no un estancamiento, en ese sentido, aunque no siempre pueda ser perceptible y aunque la legitima y necesaria diversidad pueda parecer a algunos que obnubila ese avance de la conciencia colectiva. Los foros no parten de cero en cada una de sus ediciones y se producen convergencias importantes sin anular la diversidad. Diríamos que la "infraestructura mental y colectiva" de los movimientos sociales alternativos del mundo ha dado otro paso importante en Belém, quizás ayudados en esta ocasión por una crisis mundial de grandes dimensiones que ha puesto en entredicho como pocas veces, probablemente como nunca, el sistema capitalista neoliberal que el FSM rechaza y al que trata de buscar alternativas desde su creación en el 2001. Diríamos que en esta ocasión las circunstancias históricas han jugado a favor del FSM y del aglutinamiento de los movimientos sociales que lo componen tanto en su conciencia como en sus estrategias de acción.
Incorporación de nuevas generaciones que toman responsabilidades en el Foro con naturalidad y madurez. Jóvenes que tienen en su mayoría, según François, un carácter o perfil netamente popular. La mayoría clara de jóvenes en el Foro de Belém es un hecho reconocido por todos. Pero la valoración positiva de estos jóvenes no es tan compartida ni tan evidente para no pocos, como lo es para Houtart. Él nos negaba la objetividad de la apreciación que hacen algunos de una juventud más folclórica y menos política que en anteriores ediciones del Foro. Por el contrario él cree que es una juventud más conciente, responsable y madura que se siente más integrada en el FSM, sus objetivos y responsabilidades. Por otra parte, cree François que hay un interés premeditado de una buena parte de la prensa mundial de dar esa imagen "hippy" y folklórica de los jóvenes del Foro. Imagen que no responde para él (por cierto, con sus 83 años) a la realidad.
Construcción de nuevas redes de trabajo como, por ejemplo, las nuevas conexiones de Via Campesina y otra redes de más creciente creación. No nos dio tiempo en la conversación de una mayor explicitación de esas nuevas redes.
Revalorización de la acción política como un instrumento necesario de la acción transformadora alternativa. Después de un tiempo de cierto desprestigio mutuo entre el instrumento mas explícitamente político y el de los movimientos sociales de la llamada sociedad civil, parece que en Belém se ha dado un avance importante en el acercamiento y la valoración de su complementariedad. El Foro reconoce mas el avance que aporta la acción explícitamente política en ciertas coordenadas de clara búsqueda de alternativas al sistema neoliberal y, a su vez, el mundo del trabajo desde las estructuras de poder político que intenta ser, con mayor o menor éxito, anti o altersistema, reconoce la necesidad del FSM renunciando a propósitos de instrumentalización del mismo. Para Houtart, la presencia en le Foro de cinco presidentes americanos y la manera en que esta se produjo son un expresión clara de esta mutua valoración sin instrumentalización.
Aspectos negativos a resaltar del FSM de Belém
Demasiada fragmentación de talleres. 2.500 talleres son demasiados no solo por el número sino porque, analizando alguno o muchos de ellos, su temática no siempre tiene que ver con los propósitos y objetivos del FSM además de que se da un porcentaje desproporcionadamente elevado de talleres del país anfitrión. Por otro lado, tal fragmentación no favorece la creación de condiciones propicias para un mayor debate colectivo. En este sentido Houtart apoya la propuesta de una de las asambleas del último día en el sentido que disminuyera el número de talleres y aumentara el número de asambleas temáticas como ocurrió, por primera vez en la historia de los Foros, en el ultimo día de este Foro de Belém que en lugar de talleres se celebraron unas 30 asambleas temáticas. En comunicación por e-mail posterior al Foro, Houtart nos decía que él había propuesto al Consejo Internacional (siempre se reúne en los días inmediatamente posteriores al Foro) que en el próximo Foro existiera otro día mas dedicado a asambleas en lugar de talleres. Lo cual significaría la mitad de los días del Foro para asambleas y la otra mitad para talleres. También nos comunicaba que todos los colectivos del Consejo Internacional habían respaldado las conclusiones de las 30 asambleas del último día. Lógicamente el respaldo es a nombre de los colectivos allí presentes y no como FSM que, como sabemos, no puede tener conclusiones propias de los debates tenidos en el Foro.
En el aspecto logístico, Houtart consideraba que la gran separación existente entre las dos sedes del FSM (las dos universidades: UFPA y UFRA) no facilitaba la participación en los talleres y actividades. También consideraba un error convocar la marcha del primer día a las 15.00 horas. No es la mejor hora para favorecer la participación, aunque esta fuera muy numerosa a pesar de todo.
Algunas consideraciones para el futuro
Sigue siendo básico mantener el carácter del Foro como lugar de encuentro y de sinergias. Seguir resistiendo, por tanto, a la tentación que reaparece una y otra vez de convertir el Foro en un lugar para elaborar unas conclusiones y una estrategia común. El Foro favorece que haya esas conclusiones y estrategia pero no puede darle su "patente" a las mismas, como tal Foro. Es lo que ya sabemos pero que, según Houtart, sigue siendo muy necesario mantener. Por otro lado, este lugar de encuentro a nivel mundial sigue siendo muy útil. No comparte Houtart, en ese sentido, algunos análisis pesimistas del Foro por no sacar conclusiones políticas del mismo, como recientemente ha expresado, por ejemplo, Sader, uno de los conocidos analistas del Foro, a propósito del Foro de Belém.
Sin embargo si hay que hacer un mayor esfuerzo de coherencia en los contenidos que se transmiten en las actividades y talleres del Foro. Y, en ese sentido, recordaba Houtart una metáfora utilizada por Susan George al hablar de la falta de coherencia, rigor y solidez de los contenidos de muchos movimientos sociales: "es como si estuviéramos danzando sobre el Titanic". Hay avance en la conciencia colectiva pero falta coherencia y rigor en ese pensamiento colectivo para estar a la altura de la gravedad y transcendencia de las situaciones que vivimos.
Por ultimo, considera François que en el Consejo Internacional algunos sectores (especialmente ONGs y sectores de procedencia religiosa) deben superar un cierto particularismo o sectarismo al intentar desmesuradamente sacar adelante sus objetivos particulares por encima de objetivos más colectivos, generales y globales. En este sentido si coincide Houtart con la fuerte crítica que hace el citado Sader, y otros, al papel de las ONGs en el FSM.
Terminaba nuestra conversación con Houtart analizando el papel que está jugando la recién creada Comisión de las Naciones Unidas para preparar la futura Cumbre del G 20 sobre la crisis mundial. Houtart es miembro de esa comisión en calidad de representante personal del actual Presidente de la Asamblea General, Miguel D’Escoto. La comisión es presidida por el Nobel de Economía Stiglitz y está compuesta por ex ministros y economistas de reconocido prestigio. Para Houtart esta comisión representa lo mejor que puede dar de sí el esfuerzo de autoajuste y autocorrección el sistema capitalista dominante en el mundo, pero está lejos de representar una esperanza de cambio alternativo a ese sistema. Para Houtart, su conocimiento interno de esa Comisión al mas alto nivel le confirma más en la necesidad imperiosa de que el FSM siga adelante en su difícil pero necesaria misión de alimentar esperanzas, sueños, sinergias y posibilidades reales de otro mundo hoy mas que nunca urgente y necesario.
A él nos dirigimos en la Asamblea de Asambleas con que concluyó el FSM de Belém para pedirle un breve balance del mismo y algunas perspectivas de futuro. Estas fueron en síntesis sus comentarios con alguna observación añadida por nuestra parte.
Aspectos positivos a resaltar del FSM de Belém
Avance en la maduración de un pensamiento y de un análisis colectivo. Avance, por tanto, en la construcción de una conciencia colectiva. Hay un proceso, no un estancamiento, en ese sentido, aunque no siempre pueda ser perceptible y aunque la legitima y necesaria diversidad pueda parecer a algunos que obnubila ese avance de la conciencia colectiva. Los foros no parten de cero en cada una de sus ediciones y se producen convergencias importantes sin anular la diversidad. Diríamos que la "infraestructura mental y colectiva" de los movimientos sociales alternativos del mundo ha dado otro paso importante en Belém, quizás ayudados en esta ocasión por una crisis mundial de grandes dimensiones que ha puesto en entredicho como pocas veces, probablemente como nunca, el sistema capitalista neoliberal que el FSM rechaza y al que trata de buscar alternativas desde su creación en el 2001. Diríamos que en esta ocasión las circunstancias históricas han jugado a favor del FSM y del aglutinamiento de los movimientos sociales que lo componen tanto en su conciencia como en sus estrategias de acción.
Incorporación de nuevas generaciones que toman responsabilidades en el Foro con naturalidad y madurez. Jóvenes que tienen en su mayoría, según François, un carácter o perfil netamente popular. La mayoría clara de jóvenes en el Foro de Belém es un hecho reconocido por todos. Pero la valoración positiva de estos jóvenes no es tan compartida ni tan evidente para no pocos, como lo es para Houtart. Él nos negaba la objetividad de la apreciación que hacen algunos de una juventud más folclórica y menos política que en anteriores ediciones del Foro. Por el contrario él cree que es una juventud más conciente, responsable y madura que se siente más integrada en el FSM, sus objetivos y responsabilidades. Por otra parte, cree François que hay un interés premeditado de una buena parte de la prensa mundial de dar esa imagen "hippy" y folklórica de los jóvenes del Foro. Imagen que no responde para él (por cierto, con sus 83 años) a la realidad.
Construcción de nuevas redes de trabajo como, por ejemplo, las nuevas conexiones de Via Campesina y otra redes de más creciente creación. No nos dio tiempo en la conversación de una mayor explicitación de esas nuevas redes.
Revalorización de la acción política como un instrumento necesario de la acción transformadora alternativa. Después de un tiempo de cierto desprestigio mutuo entre el instrumento mas explícitamente político y el de los movimientos sociales de la llamada sociedad civil, parece que en Belém se ha dado un avance importante en el acercamiento y la valoración de su complementariedad. El Foro reconoce mas el avance que aporta la acción explícitamente política en ciertas coordenadas de clara búsqueda de alternativas al sistema neoliberal y, a su vez, el mundo del trabajo desde las estructuras de poder político que intenta ser, con mayor o menor éxito, anti o altersistema, reconoce la necesidad del FSM renunciando a propósitos de instrumentalización del mismo. Para Houtart, la presencia en le Foro de cinco presidentes americanos y la manera en que esta se produjo son un expresión clara de esta mutua valoración sin instrumentalización.
Aspectos negativos a resaltar del FSM de Belém
Demasiada fragmentación de talleres. 2.500 talleres son demasiados no solo por el número sino porque, analizando alguno o muchos de ellos, su temática no siempre tiene que ver con los propósitos y objetivos del FSM además de que se da un porcentaje desproporcionadamente elevado de talleres del país anfitrión. Por otro lado, tal fragmentación no favorece la creación de condiciones propicias para un mayor debate colectivo. En este sentido Houtart apoya la propuesta de una de las asambleas del último día en el sentido que disminuyera el número de talleres y aumentara el número de asambleas temáticas como ocurrió, por primera vez en la historia de los Foros, en el ultimo día de este Foro de Belém que en lugar de talleres se celebraron unas 30 asambleas temáticas. En comunicación por e-mail posterior al Foro, Houtart nos decía que él había propuesto al Consejo Internacional (siempre se reúne en los días inmediatamente posteriores al Foro) que en el próximo Foro existiera otro día mas dedicado a asambleas en lugar de talleres. Lo cual significaría la mitad de los días del Foro para asambleas y la otra mitad para talleres. También nos comunicaba que todos los colectivos del Consejo Internacional habían respaldado las conclusiones de las 30 asambleas del último día. Lógicamente el respaldo es a nombre de los colectivos allí presentes y no como FSM que, como sabemos, no puede tener conclusiones propias de los debates tenidos en el Foro.
En el aspecto logístico, Houtart consideraba que la gran separación existente entre las dos sedes del FSM (las dos universidades: UFPA y UFRA) no facilitaba la participación en los talleres y actividades. También consideraba un error convocar la marcha del primer día a las 15.00 horas. No es la mejor hora para favorecer la participación, aunque esta fuera muy numerosa a pesar de todo.
Algunas consideraciones para el futuro
Sigue siendo básico mantener el carácter del Foro como lugar de encuentro y de sinergias. Seguir resistiendo, por tanto, a la tentación que reaparece una y otra vez de convertir el Foro en un lugar para elaborar unas conclusiones y una estrategia común. El Foro favorece que haya esas conclusiones y estrategia pero no puede darle su "patente" a las mismas, como tal Foro. Es lo que ya sabemos pero que, según Houtart, sigue siendo muy necesario mantener. Por otro lado, este lugar de encuentro a nivel mundial sigue siendo muy útil. No comparte Houtart, en ese sentido, algunos análisis pesimistas del Foro por no sacar conclusiones políticas del mismo, como recientemente ha expresado, por ejemplo, Sader, uno de los conocidos analistas del Foro, a propósito del Foro de Belém.
Sin embargo si hay que hacer un mayor esfuerzo de coherencia en los contenidos que se transmiten en las actividades y talleres del Foro. Y, en ese sentido, recordaba Houtart una metáfora utilizada por Susan George al hablar de la falta de coherencia, rigor y solidez de los contenidos de muchos movimientos sociales: "es como si estuviéramos danzando sobre el Titanic". Hay avance en la conciencia colectiva pero falta coherencia y rigor en ese pensamiento colectivo para estar a la altura de la gravedad y transcendencia de las situaciones que vivimos.
Por ultimo, considera François que en el Consejo Internacional algunos sectores (especialmente ONGs y sectores de procedencia religiosa) deben superar un cierto particularismo o sectarismo al intentar desmesuradamente sacar adelante sus objetivos particulares por encima de objetivos más colectivos, generales y globales. En este sentido si coincide Houtart con la fuerte crítica que hace el citado Sader, y otros, al papel de las ONGs en el FSM.
Terminaba nuestra conversación con Houtart analizando el papel que está jugando la recién creada Comisión de las Naciones Unidas para preparar la futura Cumbre del G 20 sobre la crisis mundial. Houtart es miembro de esa comisión en calidad de representante personal del actual Presidente de la Asamblea General, Miguel D’Escoto. La comisión es presidida por el Nobel de Economía Stiglitz y está compuesta por ex ministros y economistas de reconocido prestigio. Para Houtart esta comisión representa lo mejor que puede dar de sí el esfuerzo de autoajuste y autocorrección el sistema capitalista dominante en el mundo, pero está lejos de representar una esperanza de cambio alternativo a ese sistema. Para Houtart, su conocimiento interno de esa Comisión al mas alto nivel le confirma más en la necesidad imperiosa de que el FSM siga adelante en su difícil pero necesaria misión de alimentar esperanzas, sueños, sinergias y posibilidades reales de otro mundo hoy mas que nunca urgente y necesario.
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