
Un día le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra...
Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:
• Sé como el sol, levántate temprano y no te acuestes tarde.
• Sé como el día, que llega y se retira sin alardes.
• Sé como el agua, buena y transparente.
• Sé como el oasis y da tu agua al sediento.
• Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela.
• Sé como las flores, enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.
• Sé como la luciérnaga, que aunque sea pequeña emite su propia luz.
• Sé como el río, siempre hacia adelante.
• Y sobre todas las cosas, sé como el cielo: morada de Dios.
Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:
• Sé como el sol, levántate temprano y no te acuestes tarde.
• Sé como el día, que llega y se retira sin alardes.
• Sé como el agua, buena y transparente.
• Sé como el oasis y da tu agua al sediento.
• Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela.
• Sé como las flores, enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.
• Sé como la luciérnaga, que aunque sea pequeña emite su propia luz.
• Sé como el río, siempre hacia adelante.
• Y sobre todas las cosas, sé como el cielo: morada de Dios.
Señor, no permitas que me quede donde estoy.
Ayúdame a llegar hasta donde tú esperas que llegue.
Ayúdame a llegar hasta donde tú esperas que llegue.




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