Por Abel Domínguez*
Belén es una ciudad de casi treinta mil habitantes situada en territorio palestino, dentro del estado de Israel. Su nombre tiene muchos significados: casa del pan, casa de la carne… según la lengua en que se pronuncie. La mayoría de sus habitantes son cristianos y viven en condiciones de pobreza y de desatención por parte del gobierno. Las necesidades educativas, sanitarias y de vivienda son tan grandes que, desde hace años, las distintas congregaciones religiosas han fundado allí escuelas, hospitales, centros de formación para las mujeres, talleres de formación profesional…
A eso se añade el vergonzoso muro que lo rodea y que hace que sus habitantes, cada día, sean sometidos a registros fronterizos y a cierres del acceso o la salida por razones de seguridad.
Nada que ver con los belenes que en estos días empezaremos a montar en nuestras casas y colegios. Bueno, en realidad, sí que tiene que ver… la misma pobreza y sencillez con la que hace dos mil años una pareja joven buscaba sitio para descansar y para dar a luz, la misma pobreza y sencillez con que su hijo nació en un establo, porque no había sitio para él en la posada.
(Fuente: blog ‘Buenas Noches’, 8/12/2008)
* Abel Domínguez es Salesiano, licenciado en Historia y en Teología.
A eso se añade el vergonzoso muro que lo rodea y que hace que sus habitantes, cada día, sean sometidos a registros fronterizos y a cierres del acceso o la salida por razones de seguridad.
Nada que ver con los belenes que en estos días empezaremos a montar en nuestras casas y colegios. Bueno, en realidad, sí que tiene que ver… la misma pobreza y sencillez con la que hace dos mil años una pareja joven buscaba sitio para descansar y para dar a luz, la misma pobreza y sencillez con que su hijo nació en un establo, porque no había sitio para él en la posada.
(Fuente: blog ‘Buenas Noches’, 8/12/2008)
* Abel Domínguez es Salesiano, licenciado en Historia y en Teología.
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