NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

jueves, 13 de enero de 2011

II Domingo del T.O. (Jn 1, 29-34) - Ciclo A: VIVIR CONTRA LA MUERTE



Ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo

La gente no quiere oír hablar de espiritualidad porque no sabe lo que encierra esta palabra; ignora que significa más que religiosidad y que no se identifica con lo que tradicionalmente se entiende por piedad.

«Espiritualidad» quiere decir vivir una «relación vital» con el Espíritu de Dios, y esto sólo es posible cuando se le experimenta a Dios como «fuente de vida» en cada experiencia humana.

Como ha expuesto J. Moltmann, vivir en contacto con el Espíritu de Dios «no conduce a una espiritualidad que prescinda de los sentidos, vuelta hacia dentro, enemiga del cuerpo, apartada del mundo, sino a una nueva vitalidad del amor a la vida».

Frente a lo muerto, lo petrificado o lo insensible, el Espíritu despierta siempre el amor a la vida. Por eso, vivir «espiritualmente» es «vivir contra la muerte», afirmar la vida a pesar de la debilidad, el miedo, la enfermedad o la culpa. Quien vive abierto al Espíritu de Dios vibra con todo lo que hace crecer la vida y se rebela contra lo que hace daño y la mata.

Este amor a la vida genera una alegría diferente, enseña a «vivir sin armas», de manera amistosa y abierta, en paz con todos, dándonos vida unos a otros, acompañándonos en la tarea de hacernos la vida más digna y dichosa. A esta energía vital que el Espíritu infunde en la persona, J. Moltmann se atreve a llamar «energía erotizante» pues hace vivir de manera gozosa, atractiva y seductora.

Esta experiencia espiritual dilata el corazón: comenzamos a sentir que nuestras expectativas y anhelos más hondos se mezclan con las promesas de Dios; nuestra vida finita y limitada se abre a lo infinito; estamos acertando en lo esencial. Entonces descubrimos también que «santificar la vida» no es moralizarla sino vivirla desde el Espíritu Santo, es decir, verla y amarla como Dios la ve y la ama: buena, digna y bella, abierta a la felicidad eterna.

Ésta es, según el Bautista, la gran misión de Cristo: «bautizarnos con Espíritu Santo», enseñarnos a vivir en contacto con el Espíritu. Sólo esto nos puede liberar de una manera triste y raquítica de entender y vivir la fe en Dios.

No hay comentarios: