Publicado por Cristianisme i Justícia
El día 13 de diciembre del 2010, y para conmemorar los 30 años de la muerte de Monseñor Óscar A. Romero, Justícia i Pau y Cristianisme i Justícia invitaron al jesuita Xavier Alegre para hablar sobre el importante papel que el obispo salvadoreño tuvo en la defensa de los derechos humanos.
Pensamos que por su interés la conferencia debía ser recogida y publicada en internet. El testimonio de Monseñor Romero, escapa a unas circunstancias y unos hechos concretos, y continua siendo vigente como un testimonio de lo que supone vivir la fidelidad al Evangelio de Jesús hasta las últimas consecuencias. Ciertamente en la guerra civil de El Salvador se enfrentaron bandos con ideologías y proyectos muy diferentes. La opción de Romero no podía reducirse a ninguna ideología: era una opción clara por las víctimas, por los pobres, por la paz, por la justicia y por los derechos humanos, de ahí la incomprensión de unos y otros, especialmente de aquellos que quisieron inútilmente silenciar su voz.
Profetizó “si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño”, y así ha sido: ha resucitado y sigue resucitando en aquel pueblo. Lo que quizás no podía predecir es que también continuaría resucitando en la Iglesia, siendo luz, testimonio y esperanza, en medio de un largo invierno eclesial.
Aquí podéis leer la conferencia entera de Xavier Alegre: Monseñor Romero, un defensor profético de los derechos humanos.
Pensamos que por su interés la conferencia debía ser recogida y publicada en internet. El testimonio de Monseñor Romero, escapa a unas circunstancias y unos hechos concretos, y continua siendo vigente como un testimonio de lo que supone vivir la fidelidad al Evangelio de Jesús hasta las últimas consecuencias. Ciertamente en la guerra civil de El Salvador se enfrentaron bandos con ideologías y proyectos muy diferentes. La opción de Romero no podía reducirse a ninguna ideología: era una opción clara por las víctimas, por los pobres, por la paz, por la justicia y por los derechos humanos, de ahí la incomprensión de unos y otros, especialmente de aquellos que quisieron inútilmente silenciar su voz.
Profetizó “si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño”, y así ha sido: ha resucitado y sigue resucitando en aquel pueblo. Lo que quizás no podía predecir es que también continuaría resucitando en la Iglesia, siendo luz, testimonio y esperanza, en medio de un largo invierno eclesial.
Aquí podéis leer la conferencia entera de Xavier Alegre: Monseñor Romero, un defensor profético de los derechos humanos.
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