NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

domingo, 3 de agosto de 2008

La necesaria certeza


Pocas veces en la historia se ha elogiado tanto la duda y la perplejidad como en nuestra época. A quien dice poseer certezas se le mira con desconfianza, con recelo. Se prefiere a quienes se muestran partidarios de la irresolución o de la confusión. La duda se presenta como una vacuna frente a la intolerancia o el fanatismo.

Sin embargo, la fe cristiana exige certeza. El creyente debe estar seguro de lo que cree y de por qué cree. La fe es la adhesión firme a la revelación divina; una adhesión que excluye el temor a errar, pues se apoya no en nuestras capacidades limitadas, sino en la infalibilidad y veracidad de Dios.

Si lo pensamos más a fondo, no se puede vivir sin certezas; sin la seguridad de que podemos apoyarnos en algún punto firme. Un niño, por ejemplo, necesita para crecer y desarrollarse normalmente la certeza del amor de sus padres. Una religión sin certeza conduce a la inactividad, a la indiferencia. Sin la estabilidad de la fe resulta imposible entregar la propia vida al Evangelio, haciendo frente a las dificultades y a los asedios a los que, cada día, nos vemos sometidos.

Si no pudiésemos estar seguros de lo que creemos, ¿por qué cumplir los mandamientos cuando, en ocasiones, parecen contradecir nuestras apetencias o deseos?, ¿por qué amar a los que no nos aman?, ¿por qué respetar al que piensa de modo distinto, cuando este respeto no nos resulta ventajoso?, ¿por qué perseverar en la fe recibida cuando percibimos la invitación de seguir otros caminos y otras rutas?

San Pablo, en la Carta a los Romanos, expone el fundamento indubitable de la certeza de los cristianos: El amor de Dios a los hombres manifestado en Cristo. Todo puede resquebrajarse, pero esa roca firme permanece inalterable. La vida y la esperanza cristianas se edifican sobre esa base indestructible: nada ni nadie “podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro”.

Esta certeza del amor de Dios infunde valor. Es verdad que existen fuerzas superiores a nosotros. Pero ninguna potencia, por poderosa que sea, está por encima de Dios. Ni las ideologías hostiles, ni los poderes de Estados totalitarios enemigos del Cristianismo, ni la presión de la propaganda adversa pueden nada frente al amor de Dios.

La historia de la Iglesia está marcada por la persecución, por el signo de la Cruz, por el martirio. El testimonio de los mártires pone de manifiesto la solidez de la certeza de la fe. Se puede vencer fácilmente, por Aquél que nos ha amado, la aflicción y la angustia, la persecución y el hambre, la desnudez, el peligro y la espada.

Esta confianza en el amor de Dios destierra el temor e infunde en medio de las luchas – internas y externas – la seguridad de la victoria. Esa victoria prefigurada en la aparente derrota de la Cruz: La victoria de la vida sobre la muerte, de la santidad sobre el pecado, del amor sobre el odio.

No hay comentarios: